La semana pasada ha estado llena de acontecimientos diversos. Alegres y tristes, y sobre todo de personas que quiero y amo en el alma. Debo decir que, inevitablemente me provoca tristeza comentarlo, pero necesito decir algunas palabras acerca de ella, quién compartió toda su vida al lado de mi querido amor...
Ella, nuestro angel mayor, acompañó al amor de mi vida desde que era un bebé. Porque, su hija, el angel de simpatía, nos dejó muy temprano. Y ese angel de simpatía ha estado cuidando, desde el cielo, a mi querido amor. El angel mayor luchó desde joven para salir adelante. Con todos sus hijos hombres, no dudó en cobijar a mi amor como su "hijito chiquito".
El angel mayor estuvo siempre presente, en las buenas, en las malas. Cuidaba y se desvivía por su hijo chiquito, ya que había sido el regalo de su hija, el angel de simpatía. Su mirada era siempre a través de los ojos de mi amor. Y mi querido amor siempre miraba y velaba por ella...porque ese angel era su mamá aquí en la tierra. Todo lo que mi amor es hoy se lo debe a ella. Y yo agradezco al angel mayor por haberme permitido compartir el amor de su hijo chiquito.
Como toda madre que cuida a sus hijos, el ángel mayor me miró directamente a los ojos para descubrir mi corazón. Y al ver que este corazón estaba plagado de amor por su hijo chiquito, no dudó en ofrecerme el mismo amor que a él le prodigaba.
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Han sido algunas ocasiones, donde pudimos compartir con el ángel mayor, el hijo chiquito y yo. He sido feliz, y seguiré siendo feliz con mi amor. Sé que mi amor está triste, pero esa tristeza pasará. El angél mayor se ha reunido ya con el ángel de simpatía. Después de muchos años, ha llegado la hora que ellas se reencuentren.
Y tu mi querido amor, su hijo chiquito, el hijo chiquito de ambas, se ha quedado conmigo aquí en la tierra. Soy muy dichosa de tener este hermoso regalo, de tener el cariño y amor de ambas a través de tí. Y aunque en estos momentos estemos tristes, tendremos el corazón contento porque al fín tus dos queridos ángeles se encontraron. Sólo queda celebrar ese encuentro mi amor, y hacer que vivan siempre, tus ángeles queridos, en nuestros corazones....
Ella, nuestro angel mayor, acompañó al amor de mi vida desde que era un bebé. Porque, su hija, el angel de simpatía, nos dejó muy temprano. Y ese angel de simpatía ha estado cuidando, desde el cielo, a mi querido amor. El angel mayor luchó desde joven para salir adelante. Con todos sus hijos hombres, no dudó en cobijar a mi amor como su "hijito chiquito".
El angel mayor estuvo siempre presente, en las buenas, en las malas. Cuidaba y se desvivía por su hijo chiquito, ya que había sido el regalo de su hija, el angel de simpatía. Su mirada era siempre a través de los ojos de mi amor. Y mi querido amor siempre miraba y velaba por ella...porque ese angel era su mamá aquí en la tierra. Todo lo que mi amor es hoy se lo debe a ella. Y yo agradezco al angel mayor por haberme permitido compartir el amor de su hijo chiquito.
Como toda madre que cuida a sus hijos, el ángel mayor me miró directamente a los ojos para descubrir mi corazón. Y al ver que este corazón estaba plagado de amor por su hijo chiquito, no dudó en ofrecerme el mismo amor que a él le prodigaba.
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Han sido algunas ocasiones, donde pudimos compartir con el ángel mayor, el hijo chiquito y yo. He sido feliz, y seguiré siendo feliz con mi amor. Sé que mi amor está triste, pero esa tristeza pasará. El angél mayor se ha reunido ya con el ángel de simpatía. Después de muchos años, ha llegado la hora que ellas se reencuentren.
Y tu mi querido amor, su hijo chiquito, el hijo chiquito de ambas, se ha quedado conmigo aquí en la tierra. Soy muy dichosa de tener este hermoso regalo, de tener el cariño y amor de ambas a través de tí. Y aunque en estos momentos estemos tristes, tendremos el corazón contento porque al fín tus dos queridos ángeles se encontraron. Sólo queda celebrar ese encuentro mi amor, y hacer que vivan siempre, tus ángeles queridos, en nuestros corazones....